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Bernasconi, en el ombligo del mundo

Tuve la fortuna de conocer brevemente al gran maestro de todas las artes, Carlos Bernasconi. Mi admiración nació un año atrás, en agosto del 2022, cuando me encontré en la Sala de Arte Luis Miró Quesada Garland de la Municipalidad de Miraflores, con la exhibición más completa de su obra, titulada “La Libertad del Arte”, bajo la curaduría del crítico de arte Jorge Bernuy. Me impresionó la amplitud de su genio y sus variadas técnicas, algunas artesanales y otras propias, que con maestría tocaban todo cuerpo; madera, metal, barro, vinilo, acrílico, esmalte y plata. La belleza y sensualidad de su obra, siempre en movimiento, me atraparon sin remedio, y así nació la necesidad de hacer una exhibición de su trabajo artístico, en nuestra ciudad del Cusco.

Con la intención de materializar y encaminar este proyecto en mente, me contacte con Cécica Bernasconi, hija de Carlos, quien amablemente me dio una cita. Después de explicarle un poco la idea y con una taza de café entre manos, me dijo: “lo hacemos Sergio”. Fue una alegría para mí, sólo tenía que intentarlo, ¡la vida es realmente sorprendente!. Desde ese momento, nuestra comunicación y familiaridad sólo podía crecer.

Casi un año después de conocer su obra, en septiembre del 2023 finalmente pude conocer al Maestro. Un hombre muy alto, con un rostro amigable, amable, honesto y con una picardía que sus ojos y sonrisa delataban. Nos invitó a tomar un café, a mí y a Zoila, mi pareja y compañera de trabajo. Mientras caminábamos por la calle, fue grato escuchar a los vecinos y “al ruedas” (el joven que aparca y cuida los carros en la calle), saludarlo con afán a “Don Carlos”. Me di cuenta de que era un hombre querido, muy respetado, y sin duda un vecino ilustre. En el café, comparto mi intención de hacer una exhibición de su obra en el Cusco, me comentó que ya lo había hablado con Cécica y le gustó la idea, sin embargo, también me dijo que era muy probable que no pudiera viajar a la exposición, puesto que la altitud de nuestra ciudad era demasiado para sus 99 años. Me preguntó cómo se llamaría la muestra y en ese momento dije “100 años de Bernasconi”, pensando en celebrar su cumpleaños este 2024. Él no estaba convencido con el título, creía que vivir tanto era un exceso. Luego nos contó algunas historias de su infancia, su vida entre tres generaciones de mujeres, la hacienda del abuelo en Chota, su formación profesional entre Perú e Italia, sus amigos, Billar-T, y una pequeña “anécdota” con Humareda.

Agradezco a la vida, a Cécica, Miguel y a Eric, el regalarme esta oportunidad, de poder conocer su obra y a la persona, y ahora tener la responsabilidad de presentar su arte en el Ombligo del Mundo.

Sergio Velasquez Calvo
2024

En el ombligo del mundo