Tallar la madera es una especial forma de hacer escultura. A diferencia del metal o de la piedra, se tiene la certeza de trabajar un material orgánico, más cálido, que nos ofrece texturas, color y aromas.
Cada madera o árbol de por si posee una particular forma, consistencia y diseño de sus fibras. Las hay compactas, resistentes y blandas; otras que guían la gubia por sus vetas o se oponen a las incisiones en sentido contrario.
He trabajado cuatro tipos de madera que han exigido igual número de procedimientos. Emplee: gubias, sierra y taladro; modelando suavemente su superficie o luchando contra la ciega dureza de sus ojos.
No expongo grabado desde 1977. Pero no he dejado de practicar esta apasionante técnica.
Por años he trabajado, con entusiasmo, la madera para impresiones en negro o en color.
Es el procedimiento mas antiguo, incunable, que no requiere equipos especiales. El gran salto tecnológico que ha experimentado el grabado en estos tiempos, no ha alterado la xilografía. La diversa nobleza del material requiere del artista una personal, depurada, cirugía.
En el arqueo de más de ciento cincuenta grabados realizados, he seleccionado una serie que se complementa con las esculturas.
Carlos Bernasconi
Septiembre, 2001